Capilla
En mayo de 1521, después de la batalla de Villalar
el regidor de Olmedo, Hernando de Olmedilla, capitán de los voluntarios armados de la villa al servicio del rey, acompañado de la comisión delegada del municipio, cumplimentó a los gobernadores del reino al paso de Medina a Coca. Y en 1537, siendo sexagenario, testificó en el expediente para la concesión del hábito de Santiago a favor de don Rodrigo, hijo del Caballero.
Por los años 1706 don Antonio Olmedilla, regidor perpetuo, casó con Dª Bárbara de Osorio Recalde, hija de los marqueses de Paredes, camarera mayor de la Virgen de la Soterraña, cuyo primogénito fue don Gregorio de Olmedilla, marqués de Vargas.
Durante la Guerra de la Independencia su aposento se ocupó y fue saqueado por los franceses.
En el oratorio de este linaje de la iglesia de San Miguel se lee: “Esta capilla y panteón son del patronazgo fundado en la villa de Olmedo por don Alonso de Olmedilla y su mujer doña Juana Velázquez en 8-7-1507”. La restauró don Diego de Olmedilla en 1885. Su hermana Teresa fue la última sepultada en ella en 1892. Los enterramientos a partir de la postrimería del pasado siglo, al morir don Diego, se vienen efectuando en su mausoleo de la necrópolis local.
Era el principal mayorazgo de Olmedo, extendiéndose las posesiones por el ancho término municipal, limítrofes y otras provincias. Durante la guerra civil (1936-1939), ausentes sus titulares, tomaron los pabellones las milicias del lugar. Ha sido y es antesala de personalidades que visitan la población, única morada residencial de la antigua prosapia olmedana. Los últimos familiares del pasado fueron el venerable patricio don Diego, su viuda doña Sabina Andreu, marquesa de Teverga, y sus hijos don Vicente y doña Teresa.
El 30 de junio de 1984 se celebró en la capilla de esta mansión solariega el enlace entre D. Gonzalo de Borbón con Dª Mercedes Licer y García.
